El dulce de leche es mucho más que un producto tradicional de Argentina. Desde hace mucho tiempo, forma parte de su cultura, y sus costumbres culinarias. Posee un tono brillante que logra llamar la atención, un cuerpo denso que marca una gran presencia y una textura elegante que lo convierte en un deleite para el paladar.
Es más concentrado, de aspecto opaco y con corte. Puede llevar sustancias vegetales para aumentar su consistencia. Es utilizado principalmente en la industria de la pastelería y la confitería. Es el que se usa para masas, milhojas, rellenos de pasteles, base para ganaches… Si el dulce de leche va a ser sometido a un horneado, éste es el que debemos utilizar, para evitar su hervor y su posterior endurecimiento. Se usa, por ejemplo, en el relleno de los cañoncitos, en una tarta horneada de melocotón o en el relleno del milhojas de chocolate.
Este dulce de leche es de uso industrial, de aspecto similar al repostero, pero con más color, brillo y sabor. Permite aportar sabor a una base helada sin perder el equilibrio de recetas, ya que será necesario aplicar menos cantidad que un dulce de leche tradicional debido color y sabor intenso.
Es más concentrado, de aspecto opaco y con corte. Puede llevar sustancias vegetales para aumentar su consistencia. Es utilizado principalmente en la industria de la pastelería y la confitería. Es el que se usa para masas, milhojas, rellenos de pasteles, base para ganaches… Si el dulce de leche va a ser sometido a un horneado, éste es el que debemos utilizar, para evitar su hervor y su posterior endurecimiento. Se usa, por ejemplo, en el relleno de los cañoncitos, en una tarta horneada de melocotón o en el relleno del milhojas de chocolate.